8 cosas que siempre quiso saber del Mogwai (pero temió preguntar)...

Pos el coso éste es una cadena, que amablemente envió la Reyni... ermmm, doña Efímera, quiero decir. Básicamente, hay que escribir 8 cosas del tema favorito de cualquier macho (uno mismo, pues), que nadie conozca, e invitar a 8 personos más, para que hagan lo mismo en sus respectivos blogs; no vayan a ser tan cabrones cómo para meter sus respuestas en los comentarios, por favor (oyó usted, señor Cherno?).

Aquí voy pues.

8 algos.

1. Tengo 12 créditos en mi filmografía. 11 cortometrajes y, actualmente un largometraje; en 8 de ellos aparezco como director. La mayor parte de ellos baratísimas imitaciones de películas de horror con titulos tan memorables como El proyecto del jinete sin cabeza (y sin caballo), Santa asesino (¡matar simios!) y ¿Hombre o luchador? (brevísima exploración sobre la existencia humana, la identidad y como hacen los enmascarados para bailar ballet).

2. Dibujé mi primer comic a los 8 años, y fue algo así como amor a primera vista, porque ya nunca más pude dejar el hábito. Durante 9 años seguidos dibujé las aventuras de mi personaje en 5 libretas y tres escuelas distintas, en el tiempo que tuve que estar prestando atención a la clase.

3. Cuando era niño me daba por masticar la plastilina y lamer las acuarelas.

4. Es curioso que, siendo tan ateo, el primer libro que recuerde haber leído completo sea un libro de historias bíblicas ilustradas. A decir verdad, estoy convencido de que la historia del buen Job, y las ilustraciones del diluvio universal (donde se veían las horribles caras de sufrimiento de los pobres diablos que no subieron al arca), fueron las razones por las que nunca me acerqué a la cristiandad.

5. La primera película que vi en el cine fue Superchica. Chale.

6. Jamás me gustó mi nombre, y durante años pensé en cambiármelo a Jonás (pensamiento que abandoné al cumplir 10).

7. Cuando era niño, mi madre era acosada por un tipo que llegaba ebrio a gritar a la casa y fumar mariguana. Aún tengo bien grabada la imagen de mi madre y yo, solos en la casa, recargados contra una ventana sin hacer un sólo ruido, para hacerle pensar que no había nadie; mi madre temblaba y yo, de verla a ella.

8. Una vez, como a los 6, me obligaron a bañarme. Como no me quería mojar, entre a la regadera con mi traje de Spiderman y un paraguas. El baño se inundó y aun asi, el atuendo de superheroe no me protegió del agua.


Ahora va la parte donde mencionó a quienes elijo para contestar esto. Sin ningún orden en particular molestaré al cherno, mi innominada, la trilliza, la brocoli, doña esa, la señorita carrera, lucha y la niña crayola.

Suerte, raza.