Tuesday, September 26, 2006

Expedientes Secretos X (región 4).

Me gustaría aprovechar este post para felicitar al valiente equipo de reporteros del Diario de Yucatán, quienes en su incansable empeño por encontrar la verdad nos han dado una noticia que los demás periódicos tienen miedo de publicar. Estamos hablando de reporteros serios, que no tienen miedo a decir la verdad, y que mucho menos caerían en la fácil trampa del amarillismo, a manera de incrementar sus ventas. This is real journalism we’re talking about, chingaos!

La nota original (publicada el 8 de septiembre del presente año), me la envío un amigo, hace un par de semanas, y el día de hoy me pareció un buen momento para abordarla.


Al parecer, hace unas cuantas semanas, fue hallado el cadáver “de un presunto ser acuático con características que sugieren que se trata de un tritón o una sirena”, en las cercanías de Isla Aguada, a 46 kilómetros de Ciudad del Carmen, en Campeche. La criatura, según describen, se encontraba en avanzado estado de descomposición a juzgar por las fotos que llegaron a las manos de la redacción. Si, a juzgar por las fotos; al parecer el sujeto que redacto la nota leyó acerca de esto en una cadena que ha estado circulando por ahí, y le pareció lo suficientemente creíble como para hacerle una nota en el periódico.

En las fotos (1, 2, 3) podemos apreciar un muñeco de espuma de caucho o algún compuesto de látex, tirado al lado del río; al parecer la sirena se encontraba detrás de este, al momento en que fueron tomadas. La criatura tiene un tono verdoso en la piel, con su parte frontal en color crema, grandes y filosos dientes alineados en forma de pico, enormes ojos amarillentos y largos y delgados brazos. Como en la canción de Rigo Tovar, no podía faltar la cola de pescado.

Jalado, ¿no? Pues esperen, que la cosa no acaba ahí. Al parecer estos señores hicieron bien su tarea, y observaron que en cualquier noticia acerca de sucesos extraños e inexplicables tiene que haber una aparición del ejército y algún tipo de encubrimiento, ya que de lo contrario no resultaría creíble. Y así lo hicieron:

“Pescadores de Isla Aguada afirmaron que la semana anterior vieron varias unidades de la Armada por la zona conocida como Punta Palo, lo que les pareció extraño pues ahí no vive nadie por ser un sitio recóndito y de difícil acceso”.

“La Armada de México guardó hermetismo. Tampoco explicó si la movilización de la semana anterior se debió a revisiones u operaciones de rutina”.

Acá tenemos dos posibles versiones de los hechos:

1) Con hermetismo se refieren al silencio que guardó el portavoz del ejército, al quedar pasmado cuando le preguntaron acerca de la sirena de 1.80 de altura, supuestamente encontrada en Punta Palo.

2) Marcaron el número del ejército, pero siempre les daba ocupado.

Para concluir, la nota cita a dos diseñadores gráficos que fueron convocados para dar su opinión en calidad de expertos, quienes descartan que se trate de un fotomontaje ya que “hay concordancia en todas las sombras y líneas”. Es una lástima que no convocaran también a dos expertos en diseño industrial quienes fácilmente habrían señalado que la ch*ngdera esa esta hecha de plástico. Pensándolo bien, haber llamado a cualquier persona con una cuarta de sentido común habría funcionado también.

De acuerdo con pescadores de la zona, existen leyendas en la zona desde hace tiempo acerca de cómo un grupo de pescadores encontró un extraño ser, con cola de pez, cuerpo de hombre y cabeza de delfín a la altura de Cayo Arcas. Actualmente, estos hombres han sido contratados por Jerry Bruckheimer, para trabajar en el guión de lo que seria la secuela de “La Isla del Dr. Moreau”.

Como decía antes, este es el tipo de noticias que los demás periódicos tienen miedo a abordar. ¿A quién le interesa que en Oaxaca no haya clases desde hace mas de 90 días, y que a Obrador le de por proclamarse rey del universo conocido? Estas son las verdaderas noticias que la gente quiere… ¡NO! Que TIENE derecho a saber.

Aquí, desde postales de la nada, le mandamos una abierta felicitación al valiente equipo de reporteros del Diario de Yucatán. Hombres comprometidos con la verdad y con sus lectores. Modernos baluartes del periodismo objetivo.

Duerman tranquilos, señores. Por esta noche, la verdad se encuentra en buenas manos.

Thursday, September 07, 2006

Postales de la nada (o mis ficticias vacaciones)

Este de aca es el post que quería hacer desde que regrese a clases, pero por olvido o servidores que se ponían mamones, nunca podía publicar. Todas las fotos fueron tomadas durante las vacas, y los hechos se narran casi a como ocurrieron. Nah!


Tregua graffitera


Chaneques en Palenque


The happiest meal


The scary side of feminism


"Porque viajar seguros, es lo que mejor hacemos los Tiggers!"


La nueva vanguardia: Arte en merengue


Ya paso un mes, y nunca llamó (ojete)


Encuentros (extremadamente) cercanos


De regreso en Puebla, nuestro conflictuado héroe tiene una revelación, mientras escucha a Soda Stereo

Tuesday, September 05, 2006

Grises en la oscuridad

Este es un post un tanto extraño.
Lo que tienen aquí es un cuento, que escribí hace prácticamente dos años, ya. No habla de nada en particular (a decir verdad, ahora ya dudo si en realidad hablaba de algo), pero aun me sigue gustando el mood que tiene.

Lo escribí un domingo por la noche, llegando del cine. Durante la cena, varios amigos comentaron los sueños más peculiares que habían tenido, y a mi se me quedo en la cabeza un sueño bastante raro en el que hablaba con alguien, a través de una ventana. En la casa, me encontré con que me habían dejado un DVD de Portishead en concierto –mi primer contacto con el grupo-, así que me senté a escucharlo, block de notas en mano.

Esto fue lo que salió:



Grises en la oscuridad.

La habitación resplandece en gris, con el sonido de tus murmullos apagados. Tu te encuentras sentado tan tranquilo, del otro lado del cristal; puedo observar tu silueta, con esa postura tan llena de formalidad, que siempre te ha caracterizado. Enciendes un cigarrillo, anclado en tus labios siempre tan serenos. Mi mirada, perdida entre las costras de cansancio que permean las paredes de la habitación. No te escucho, simplemente me dejo llevar por el flujo de tu voz opaca.

Me siento tan cómodo aquí; el calor que emana de tu silueta me hace sentir como de regreso en el vientre materno.

Con mis manos grises, aparto el cabello de paja de mi rostro y me levanto a observarlo: el retrato de la abuela. Ahora, yo también sostengo un cigarrillo, entre mis dedos larguiruchos, mientras estudió el cuadro por doceava ocasión; el rostro, congelado en esa extraña mueca entre felicidad y resignación que tanto se acostumbraba en esa época; el cabello, recogido holgadamente hacia atrás, pero lo suficiente como para dar ese aspecto de comida rápida que se observa con tanta frecuencia en este tipo de retratos; el vestido, negro, parece una herida abierta en el retrato, desangrándose sobre sus hombros, su cuello y su rostro, invadiendo lentamente el resto del cuadro, engulléndola poco a poco. Asfixiándola de oscuridad. Sus labios, los mismos que ahora sostienen el cigarrillo en mi rostro, parecen esculpidos en mármol, adoptando un gesto severo al momento en que los toco con mi mirada.

Me detengo a observar su mirada. Y mí mirada dentro de la suya. Y la tuya también. Imagino un triángulo entre nosotros, uniendo nuestras miradas y convirtiéndolas en una sola.

Cuando era niño, la gente decía que tú y yo teníamos los mismos ojos. Ahora me pregunto si te dijeron lo mismo a ti, alguna vez. Mucho antes de que yo naciera; antes de que esa barba que tanto acicalas engullera la felicidad de tu rostro.

El golpeteo de tus palabras, en el cristal, me hace percatarme de que aún estas ahí. Tu silueta, un poco mas difusas que antes, continúa esforzándose por mantener la conversación lo más casual posible; y comienzo a percatarme de ello. Intento imaginarme tu mirada a través de la blancura lechosa del cristal. ¿Cuál será la expresión de tu rostro, mientras me explicas porque ya no puedes volver a casa?

Me toma algún tiempo antes de percatarme del movimiento de mi boca; aún seguimos conversando, y probablemente hemos estado haciéndolo durante un buen rato. Ni siquiera recuerdo el haberme sentado de nuevo en la cama, o guardado el rostro entre las manos. ¿Son lágrimas esto que siento correr por mis mejillas? ¿Acerca de que hemos estado hablando?

Tu ya no estas ahí parar contestarme. Finalmente tu silueta sucumbió, engullida por el frío resplandor de tu voz. Te desvaneces ante mis ojos y dentro de ellos. Desesperado, abro la ventana para aliviar la sensación de asfixia que el cuarto me provoca.

La ventana sube sobre la pared, para abrirle paso al mundo real. Mientras me asomo, observo como el edificio se extiende bajo mis pies. A lo lejos, una masa de desniveles, grises y deslavados, se extienden hasta el horizonte, alzándose sobre la marea de ruido negro de la ciudad.

Nunca estuviste aquí. Han pasado meses desde la última vez que pudiste hablar. Y lo único que tengo para aferrarme a ti es el recuerdo de tus murmullos grises, brillando en la oscuridad.

Chantaje...

Ya se que aún no es mi cumpleaños, ni nada, pero sería la pura onda que alguien me quisiera lo suficiente como para regalarme mi propia catapulta bovina.

(*sigh* Terry Gilliam rules!)

Saturday, September 02, 2006

Coffee and Ciggarettes?

No importa que tan atractivo haga parecer Jarmusch al ritual de beber café y fumar cigarrillos en su película, a mi me sigue pareciendo como jugar en el subibaja uno sólo.

I either prefer to be up or down, but it just sucks to swing between both of them.